Comienza la rehabilitación de la muralla medieval de Zaragoza.

La muralla medieval de Zaragoza lucirá de nuevo a finales de año. El Ayuntamiento de Zaragoza ha adjudicado su rehabilitación a la empresa Rubio Morte por un importe que ronda los 200.000 euros, un presupuesto que permitirá limpiar el paño de la calle de Alonso V y sustituir los ladrillos que se encuentren en mal estado.

La jefa del servicio municipal de Patrimonio Cultural, Úrsula Heredia, aseguró ayer que "le hace falta" una intervención, ya que la última data de hace un cuarto de siglo. La muralla está muy sucia como consecuencia de la contaminación ambiental y presenta, además, restos de pintadas. También sufre humedades, como lo demuestra el hecho de que en varios puntos hayan aparecido cercos de sales.

La empresa contratista ya ha montado el andamiaje a lo largo de la calle de Asalto y ha vallado la zona de obras, por lo que en breve se empezarán a ver los primeros resultados. Según explicó Úrsula Heredia, además de la sustitución de los ladrillos dañados se aplicará mortero de cal en las juntas.

La muralla está plenamente integrada en el tramo comprendido entre la calle Cantín y Gamboa y el Centro de Historia. De hecho, sirve de cerramiento para una gran urbanización que ocupa una manzana, con un acceso a los garajes y otro peatonal.
La intervención conservará la dedicatoria a los héroes de los Sitios, ya que en este sector de la ciudad se vivieron fuertes combates con las tropas francesas de Napoléon. Como vestigio del pasado están varias huellas de la metralla de su artillería, como también se puede ver en la vecina casa-palacio de la calle de Alejandro Palomar.

Esta no es la única actuación en la muralla medieval que se ha llevado a cabo este año. En la vecina calle de Alonso V también se conserva otro importante tramo, en el que se han derribado unas casas que estaban adosadas y se ha restaurado el ladrillo para que luzca como antaño.

A principios de los años 80, el gobierno municipal ya recuperó el torreón y parte del lienzo, justo al lado del albergue de transeúntes. También allí se recordó el arco que dio su nombre a la vecina calle de las Arcadas.

El Ayuntamiento también aprobó hace más de un década un Plan Especial de Protección de la Muralla Medieval, en el que se preveía la conservación de todos los restos de interés que aparezcan durante la investigación arqueológica y cuenta con el visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio Cultural de la DGA.

Fuente: Heraldo de Aragón.

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